Diego Isaías Hernández
La forma en que Diego Isaías Hernández pinta el caos en la tierra no evita retratar ambos aspectos, tanto el caos como la tierra, de manera plena. Las expresiones faciales y corporales de las personas en la escena revelan una energía angustiada. El paisaje, frenético hasta la última gota, es muy específico de su lugar de residencia – la topografía volcánica impregna la vida y el imaginario local, junto con la imagen de sus erupciones. Ya sea anticipado o recordado, el caos registrado en la pintura de Hernández se basa en su paisaje, capturando en sí mismo las aflicciones, angustias, recuerdos y temores de un pueblo que siente en su piel y en su tierra los impactos del desequilibrio ambiental.
The way Diego Isaías Hernandez paints chaos on earth portrays both of these aspects – chaos, and earth, in all their fullness. The facial and corporal expressions of the people in the scenes express an uneasy energy. The landscape, frenetic to the last drop, is very specific to the place where he lives – the volcanic topography is an integral part of the local mindset and life, as are also the images of the volcano’s eruptions. Whether the anticipation of a future event, or the recollection of a historical one, the chaos depicted in Hernandez’s painting is based on this landscape, which reflects the afflictions, anxieties, memories and fears of a people who feel the impacts of environmental imbalance on both their bodies and their land.