Las creaciones de Marilyn Boror Bor se basan en la palabra como un punto de acceso para mapear y elaborar reflexiones sobre la identidad cultural. Al prestar atención al lenguaje verbal, la artista aborda el imaginario y la preservación histórica de su cultura maya kakchiquel.
Partiendo del hecho de que en menos de un año (2017-2018) más de 400 personas optaron por cambiar sus nombres mayas por nombres no indígenas en los registros guatemaltecos, esta instalación presenta una multitud de lápidas sobre las cuales se puede caminar, registrando la pérdida simbólica de la identidad indígena que se va con el proceso de cambio de nombres: cada identidad indígena que pierde espacio – en el documento y en el imaginario – al ser reemplazada por un nombre de origen europeo.
Al dar peso y solidez a las palabras, permanentemente grabadas en las lápidas, la artista refuerza cómo el borrado y el silenciamiento de las formas de vivir indígenas ganan terreno cuando parte de los puntos de contacto superficiales entre nosotros y el mundo: los nombres mediante los cuales entendemos y nos relacionamos con cada existencia que nos rodea.
Marilyn Boror Bor’s productions harness words as a point of access for mapping and developing reflections on cultural identity. Focusing attention on verbal language, the artist approaches the mindset, imagery and historical preservation of her Kakchiquel Mayan culture.
This installation concerns the trend of numerous Guatemalan indigenous individuals officially changing their Mayan names to non-indigenous ones. In just one year (2017–2018), over 400 individuals made this change. In reference to this, it presents a multitude of tombstones over which visitors can walk, alluding to the symbolic loss of indigenous identity when people change their names: the indigenous identity disappears – on a person’s ID and in the collective mindset – and is substituted by a name of European origin.
Lending hardness and weight to the words, by giving them permanence (or printing them) on tombstones, the artist calls attention to how the erasure and silencing of ways of indigenous life gains ground when focusing on superficial points of contact between ourselves and the world: the names by which we understand ourselves and through which we forge relationships with each existence around us.